Esta estrategia busca fortalecer las actividades productivas, brindar oportunidades para mejorar procesos y contribuir al desarrollo sostenible y económico de las familias rurales de la ciudad. En la comuna 60, corregimiento de San Cristóbal, se realizaron 980 acompañamientos para la utilización de insumos y herramientas, para el trabajo de los campesinos que cultivan la tierra.
“Bendita sea la tierra que, con calor, frio y tempestad, siempre tiene un alimento que dar”, expresa Don Rogelio. Él hace parte de la familia Restrepo Peña y es habitante de la vereda El Uvito, del corregimiento de San Cristóbal.
Esta familia es beneficiaria del programa PAM -Programa Agropecuario Municipal- y está conformada por el señor Rogelio Restrepo, su esposa Marina Peña Maya y su hija Daniela Restrepo Peña. Un hogar que vive del alimento que les brinda la tierra y que, con amor, cuidado y protección los ofrecen para la venta a los habitantes de la ciudad.
Rogelio Restrepo, su esposa Marina Peña Maya y su hija Daniela Restrepo Peña
De la huerta de San Cristóbal a los Mercados Campesinos
Desde su terruño, y con el fruto de sus cultivos, la familia Restrepo Peña brinda a la ciudad -por intermedio de los Mercados Campesinos- una variedad de productos que siembran y cuidan con esmero para llevar lo mejor de ellos a los hogares de Medellín.
Rogelio Restrepo, su esposa Marina Peña Maya y su hija Daniela Restrepo Peña
Lo que cosechan es cuidado con el kit agropecuario entregado por el programa PAM, para así tener productos buenos, bonitos y limpios. Don Rogelio hace referencia a las canastillas “es mucho mejor sacar los tomates en las canastillas que en costales, porque no se maltratan y sale más sano y bonito.”
Cada día esta familia cultiva de forma muy juiciosa su parcela de tierra utilizando todos los elementos que les brindaron en el kit agropecuario, tales como: fibra para colgar el tomate, la palomilla para atrapar los insectos y la canastilla para sacar los productos; a lo que se suma la cal, la bonaza, los fertilizantes y los elementos de protección personal. “Esto nos ayuda mucho, ya que no tenemos que comprar esos elementos y podemos invertir ese recurso en otras cosas para el cultivo”. Son insumos que contribuyen a la economía del hogar.
La siembra es en familia
Don Rogelio cuenta siempre con la ayuda de su esposa doña Marina para el cultivo y el cuidado de la huerta. Ella es muy conocedora de la tierra que habita, cuida y respeta. “El corregimiento San Cristóbal es rico en la producción de hortalizas y verduras. Nos brinda variedad de lechugas como la crespa, la romana y la roja; además de la rúgula, la col kale y la crespa, el pimentón, el tomate de aliño, el cilantro, la cebolla de rama, las aromáticas y los bananos, entre otros productos”.
Y el beneficio se palpa cuando llegan a la mesa de quienes los adquieren estos frutos frescos, cultivados en familia, en la tranquilidad de la vida del campo, con el respeto y el cuidado por la tierra que profesan nuestros campesinos que habitan en las zonas rurales de Medellín.
Son alimentos que van a nutrir el cuerpo y también el alma de muchos habitantes de la ciudad, en una cadena de producción a la que se le puede llamar una alimentación consciente y orgánica.
Es un ciclo que al cumplirse beneficia a todo el planeta, comiendo lo que se cultiva y nutriendo el cuerpo de forma saludable y que en este caso puntual contribuye a la economía de un grupo familiar, que labra la tierra y que sabe de la importancia de esta para su vida.
Don Rogelio es nacido y criado en San Cristóbal. De su madre heredó esta pequeña parcela de tierra que es su hogar, su vida y su mundo, que ha trabajado sin descanso cada día de su vida; hurgando con sus manos ese terruño, que hoy junto con su esposa Marina y su pequeña hija Daniela, se volvió el sustento económico y alimentario para ellos y una despensa de productos del campo para la ciudad y para los restaurantes escolares de ese corregimiento.
Su hija Daniela no los puede acompañar a los Mercados Campesinos, por ser menor de edad, pero ella se sueña ayudando a su padre a vender. Con risas y algo de timidez dice que: “lo que es de mi papá es mío” y su madre Marina, con satisfacción y orgullo anota: “a ella le gusta mucho todo lo que es vender y tal vez, en un futuro cercano, ella nos acompañe a vender lo que sacamos de nuestra huerta”.
El Programa Agropecuario Municipal
Esta estrategia va encaminada a fortalecer el sector rural y contribuye al desarrollo económico del territorio brindando oportunidades para mejorar sus procesos en sus huertas y cultivos. Para ello el Distrito de Medellín entrega 1.270 incentivos en insumos y herramientas a los productores del Programa Agropecuario Municipal (PAM), quienes pertenecen a los cinco corregimientos de la ciudad.
Los productores que aún no forman parte de ese registro pueden solicitar la inscripción en el correo electrónico desarrollorural@medellindigital.gov.co o en la línea telefónica (604)3855555, extensión 7372.
Las acciones del PAM, entre los años 2020 y 2023, generan una derrama económica social sobre los productores del Distrito de Medellín del orden de los $13.800 millones.
La tierra, nuestro hogar
“Cuidar la vida en la tierra no es difícil de lograr, si todos nos damos cuenta de que es nuestro hogar”, dice un viejo poema alusivo al Día de la Tierra, porque es esta, la que te alimenta y te sostiene y con tu ayuda, su corazón late; por ello, así como lo hace Don Rogelio y su familia y muchas otras familias campesinas de nuestra ciudad, hay que cuidar el medio ambiente y proteger a la Madre Tierra, que es la única casa que todos tenemos.
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